De un programa de la TV que poco a favor hace a la igualdad sino que ofrece más de lo de siempre, confusión, sacamos un material provechoso para nuestro objetivo.
Niños y niñas tienen que fingir, delante de la cámara, que el yogur está rico y que les gusta. Interesante ver las reacciones de ellos y de ellas, las cuales muestran el entrenamiento al que en función de su sexo se somete a niños y niñas desde muy temprana edad para que desempeñen unos roles dentro del sistema de género. Ellas para contentar los gustos y deseos de los hombres, no mostrando si algo les disgusta, y aprendiendo a disimular y a ponerse a sí misma en segundo lugar. Ellos no tienen este condicionamiento tan marcado y pueden mostrarse más sinceros, mostrando la verdad: que unos yogures con sal están asquerosos.
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